Por: Thelma Muñoz Barajas
Con raíz y razón de existencia, soy estudiante de Relaciones Internacionales en la Universidad Iberoamericana, oaxaqueña, defensora de los derechos de género y fiel creyente del cambio social.
Hoy me acuerdo de Mariana Lima, de Nadia Alejandra Muciño, de Diana Belén y, tristemente, hoy también lamento a Mara Castilla. Hoy le pido al gobierno, al presidente, a los gobernadores, que así como sostuvieron la bandera de México hace unos días, aclamando a los héroes de la independencia, se sostengan de donde deban sostenerse y que tomen acción en contra de los que hoy nos están matando.
Hoy somos el país con el mayor índice de feminicidios en el mundo, hoy somos el país en donde reina la indiferencia social y la ineptitud gubernamental, lamentablemente hoy somos el México del que Donald Trump hablaba en su campaña presidencial, hoy somos el México de violadores y asesinos.
No se trata feminismo, hoy no, no se trata tampoco de equidad o igualdad de género, eso tampoco, hoy se trata de educar para evitar y de condenar para castigar. Hoy se trata de que dejar de normalizar las sonrisitas, los “halagos”, las miraditas, las arrimaditas y de entender de una vez por todas que no es normal, no está bien, no es correcto y no agrada a nadie, o al menos a las mujeres.
Hoy se trata de dejar de pensar que ella tuvo la culpa por usar un vestido, una falda, un escote o lo que a ella se le hubiera dado la gana usar. Hoy se trata de dejar de culpar a la víctima porque no cumplía con tus estándares de “mujer buena que se queda en casa”, porque a fin de cuentas es eso lo que criticas, que esté sola, que haya salido de su casa a horas indebidas, cuando realmente lo único indebido es tu estúpida creencia de que las 11 pm es una buena, razonable y justificable hora para violar. Hoy se trata de que tú, hombre, te des cuenta de que no es ni Uber, ni Cabify, ni los taxis, ni el servicio de transporte público, hoy se trata de que te des cuenta de que eres tú, cabrón.
Hoy se trata de dejar de perpetuar el discurso del odio hacia el género femenino, de dejar de juzgar a la mujer por lo que trae puesto, de dejar de pronunciarte y creerte mejor que nosotras, de dejar de decir que el feminismo no debe de existir y que son “tonterías de lesbianas”, hoy se trata de que te quites la venda de la ignorancia y la banda de la idiotez, hoy se trata de dejar de querer mantener el status quo que nos tiene tan podridos a los mexicanos.
Hoy no se trata de educar a tus hijos para ir a museos en vez de ir a fiestas, hoy se trata de fomentar el respeto a la mujer, y a todas las personas; hoy no se trata de que lleves a tu hijo a “estrenarse” para hacerse “hombrecito”, hoy se trata de educar a tu hijo como un ser humano consciente, tolerante y respetuoso. Hoy deja de creer que el feminismo puede llegar a quitarte el empleo y empieza a creer que el machismo puede llegar a quitarte una amiga, una hermana, a una hija.
Hoy eduquemos a nuestros niños a respetar y no a acosar, a coexistir y no a dominar, a proteger y no a perpetrar, a vivir y dejar vivir.
Hoy exijamos a las autoridades más respuestas en lugar de más condolencias vía Twitter.
Hoy empecemos a cambiar el rumbo de nuestra sociedad, empecemos a romper los tan arraigados esquemas de género que nos posicionan a las mujeres por debajo del hombre.
Hoy levantemos la voz en contra de los violadores, de los asesinos, de todos aquellos que piensan que una mirada, un chiflido y una nalgada son cosas normales y del diario.
Hoy marchemos en contra del sistema que nos ha mantenido calladas y de la opresión y violencia que millones de mujeres sufren día a día.
Hoy no dejemos que Mara Castilla sea “otra más”.
Hoy no seamos Ciudad Juárez.
Hoy no seamos Puebla.
Hoy no seamos Tlaxcala.
Hoy no seamos Ecatepec.
Hoy no.